Roomie Mixcoac
"Mi corazón, un día, se convirtió en hoguera,
por vivir plenamente la fiebre del placer;
Ansiaba el goce nuevo de una emoción cualquiera,
un goce para él solo..." José Ángel buesa.
por vivir plenamente la fiebre del placer;
Ansiaba el goce nuevo de una emoción cualquiera,
un goce para él solo..." José Ángel buesa.
Una tarde fresca de octubre, de esas tardes que no es necesaria chamarra, ni sweeter; salí de la oficina algo fastidiado por la chamba de la semana. Pero, tampoco traía "mood" de irme a casa y encerrarme a ver una serie... un viernes por la noche.
Abrí la puerta del auto y en la penumbra del estacionamiento subterráneo, saque mi celular del pantalon y twitter tuvo la culpa, encontré la publicidad de "Roomie Mixcoac". Mande un mensaje de texto, me pidieron foto y me reenviaron código de acceso y dirección. ¡Estaba súper cerca!
A pesar del tránsito, llegue muy rápido. Entre a un edificio de condominios, que por el timbre eran muchas oficinas. Un chico de unos 25 años, con muy buena vibra abrió la puerta:
A pesar del tránsito, llegue muy rápido. Entre a un edificio de condominios, que por el timbre eran muchas oficinas. Un chico de unos 25 años, con muy buena vibra abrió la puerta:
-Bienvenido guapo
-Gracias
-¿Es tu primera vez?
-Sí.
Entramos a un departamento muy bonito en el primer piso, en la recepción me dieron una bolsa para dejar mi ropa, el acceso era en ropa interior. De la recepción - barra, es en una estancia muy amplia, con una terraza para fumar, baño y un cuarto oscuro. Es un lugar pequeño en comparación con el resto de lugares con 3 pisos, 20 salas temáticas, toboganes y alberca de olas.
Yo no iba con la expectativa de nada, solo quería desconectarme un rato del mundo godín y echarme un ron con coca...
El timbre anunciaba la llegada de carne fresca
Para esto ya había hecho platica, con una pareja que iban a "experimentar", me platicaron que eran pareja abierta, que al pasivo le excitaba ver a "su hombre" cogerse a otros. De un momento a otro en el pequeño departamento cerca de Mixcoac, habíamos más de 20 personas, de entre 25 a 40 años, muchos de muy buen ver, algunos con cuerpos trabajados de gym.
Escuche el timbre y unos momentos después, vi entrar a un espécimen de no más de 30 años, de casi 180mts, delgado y de cuerpo torneado, de piel morena clara, venia bien vestido, zapato de vestir, pantalón caqui, blazer, camisa de vestir. Anteojos color rojo. Tenía un aire medio intelectual, con una actitud de vengo a romper catres. No sé, me llamó la atención.
Me levante de la sala, donde ya llevaba rato sentado, me acerque a la barra y les pedí otro trago:
-¿Ron con coca, verdad?
- Sí, por favor.
Estábamos a menos de un metro de distancia, en lo que me servían el trago, lo voltee a ver y sonreímos. Pedí un cigarrillo y me lo encendieron... salí hacia la terraza a fumar y momentos después, él estaba ahí:
-¡Hola!
- ¡Hola!
-¿Vienes seguido?
-No, es mi primera vez.
Terminamos de fumar y regresamos a la sala, nos sentamos uno cerca del otro, como sí hubiéramos quedado de vernos ahí, para platicar y descubrirnos en el otro, nuestros placeres y gustos íntimos. El bullicio del resto de la concurrencia, los cuerpos desnudos solo cubiertos por diminuta ropa interior, la música que no perturbaba la charla amena. Parecía que no existían. Hablamos no sé qué de cuantas cosas. Hasta que de pronto, empecé a sentir su mano tibia y suave, su mirada penetrante y su aroma agradable comenzar a tocarme; su mano mi entre pierna, su mirada todo mi cuerpo y su aroma a alterar mis sentidos.
No pude resistirme más, me acerque y lo besé.
Esos labios carnosos y a la vez tiernos, que demostraban por demás experiencia; sus suaves y largos dedos tocaban mi espalda, todo su cuerpo se pegaba al mío, cada vez que yo bajaba mis manos a sus bonitas nalgas.
Pasamos de la sala, al cuarto oscuro; la cama estaba ocupada por un trío y dos parejas. Algunos fajando de pie, solo habia lugar en un pequeño closet que nos sirvió para perdernos, del resto. Me lo mamó y se lo mamé, le lamí la espalda y hasta donde ya no es espalda; se retorcia de placer, yo solo percibía como su piel se erizaba, cada vez que mi lengua recorría su cuerpo. En sus redondas y pequeñas nalguitas, se sentían sus vellos, su culo limpio y sin vellos, como me gustan, le di unas mordidas en lo que tocaba sus largas y definidas piernas.
Perdí la noción del tiempo, hasta que nos dimos tregua.
-Necesito tomar agua
-Yo, también.
Regresamos a la sala, regresamos a la charla amena, como si fuéramos los viejos amigos que se ponen al día. Pasaba ya de la una de la madrugada. Algunos ya se habían ido.
Hasta que me dijo:
- ¿Ahora sí me coges?
- Pero, te voy a partir en dos con mi verga.
- Eso es lo que quiero.
Se levantó y me estiro la mano, para llevarme de nuevo al cuarto oscuro. Me tumbo en la cama y me la empezo a mamar, comenzando desde la cabecita hasta la base, comiendosela toda, lamiendome los huevos... de nuevo me puso a cien. No hubo necesidad de moverme, él hizo todo. Me puso el condón, se sentó en él y empezó a cabalgarme.
Se acercó a besarme y lo gire para ponernos de lado, tenía una flexibilidad que parecía gimnasta, continuamos el romanceo quedando frente uno del otro, el me agarraba el miembro y yo sus lindas nalguitas. Le susurre al oído: - Quiero darte de perrito.
Lo puse en 4 a un lado de la cama, tenia que abrir mucho las piernas para que mi verga entrada hasta donde debía, mejor lo acomode hincado en la cama con el culo al aire, ahí sí me acomode, mi verga embestía su culo con cala bombeada, él solo gemía de placer. Se recostó boca abajo, con sus pernas juntas apretando fuertemente hasta que me vine de tanto placer.
Ya que me había venido, pero seguí moviéndome poco, para sobarle por dentro su rico culo.
Nos quedamos así, uno arriba del otro, besándonos, disfrutando uno del otro, como dice Buesa: "se convirtió en hoguera, por vivir plenamente la fiebre del placer".

Wooooooow, que rico, pero es neta, mi primera ves al roomie, fue similar, muy ricos la concurrencia y muy padre el ambiente.
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